jueves, 17 de abril de 2008

Doña Bibiana… ¡Mande Firmes!

Mujer, embarazada, catalana, ecologista… Lo tiene todo en contra Doña Carme… Que a una servidora le enternezca, no significa que a los militares les ocurra lo mismo ¡Para ternezas están los militares! Imagino la bilis negra en algunos aguerridos “defensores de la Patria” al saber que tendrán que desfilar marciales delante de un bombo… ¡Y no precisamente el de la banda de tambores y cornetas! La idea me encanta. A partir de esta ministra, podremos ponerles cara a muchos feministas de boquilla –y de bragueta-, que ya están bramando en arameo. Y no precisamente por el hecho de que Doña Carme no tenga ni repajolera idea de lo que es el Glorioso y muy Laureado Ejército Español, sino porque es mujer, embarazada, catalana y ecologista.
¿Por qué lo habrá hecho ZP? ¿Para tocar los cataplines al Glorioso… etcétera, etcétera, Español? Pues a fe que lo ha conseguido. ¡Ya puede hilar fino Doña Carme, porque la van a freír! Ser la primera mujer en la historia de España con semejante responsabilidad, es fuerte. Hombre… Estaba Agustina de Aragón, que enarboló cañonera hace la tira y que si viviera hoy en día, dudo que volviera a enarbolar. No en balde, Doña Agustina -que se apellidaba “Zaragoza”- defendió a cañonazos la capital maña, a pesar de haber nacido en Barcelona y ser – igual que la ministra- catalana por los cuatro costaos. Solo por esa página impagable de nuestra gloriosa historia, ya debían los aragoneses estar agradecidos a Cataluña y no andar protestando por un quítame allá ese trasvasito. Doña Elena Espinosa sabe.
El asunto de la ministra sale a colación –de todo menos frugal la “colación” del miércoles a mesa y mantel- en placentera reunión gastronómica de amplísima mayoría masculina y… No suscita el menor interés. Como mucho, alguien apunta que: “En el desarrollo de su anterior responsabilidad política, lo hizo fatal. Con lo cual, es fácil colegir que en esta nueva tarea, tampoco será muy brillante” Y se acabó.
Lo que a mí –mujer al fin- me resulta extraordinario, a ellos no. Lo que a mí, a Espe Aguirre y a toda la prensa mundial, nos parece importante por lo que el gesto supone en el difícil camino hacia la igualdad hombre-mujer, a ellos se la trae al fresco. Solo cuando uno de mis contertulios, dirigiéndose a servidora, afirmó muy serio: “Hace mucho que hay tantas mujeres como hombres trabajando fuera de casa y el paro es el mismo en ambos sectores. La igualdad es un hecho…” Frente al aplauso cerrado que recibió de la masculina concurrencia, solo entonces, me di cuenta de algo que ya sospechaba y hoy certifico: Tengo el privilegio de comer en una mesa llena de hombres que no tienen ni idea de como es en realidad la mitad de la sociedad que les rodea; el cincuenta por ciento femenino.
¡Y estos son de lo mejorcito y mas informado! Calcula tú la que se le avecina a Doña Bibiana con el Ministerio de Igualdad ese. Angelet.

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