jueves, 14 de febrero de 2008

El burka y la peineta.
¡Mira mamá...! ¡Un negro!
La exclamación era de lo mas frecuente hace -no tantos- años en España, cuando los niños se cruzaban en el camino a algún digno representante de las etnias oscuras...
Los chavales no estaban acostumbrados a ver gente "de color" -negro, naturalmente- mas que en la tele o en el cine. Encontrarse alguno por la calle, era un acontecimiento sorprendente. Hoy, nuestras ciudades son el mejor ejemplo de lo contrario. Gentes llegadas de todas partes las recorren a diario porque han hecho de ellas – o al menos lo intentan- el paisaje en el que vivir sus vidas. Ellos ya no nos sorprenden, aunque sigan -que siguen- pareciéndonos diferentes. La verdad es que no hemos encontrado el "punto de inflexión" intercultural que nos ayude a construir una convivencia razonable. Así nos va, sobre todo a ellos.
Cuando el niño de marras llamaba en voz alta la atención de su mamá sobre el color de la piel del prójimo, la susodicha solía propinarle un pescozón y recriminarle su actitud con un :"¡Chsssst... Niño, no seas maleducado. Eso no se dice!" Como si llamale "negro" a un negro fuera un insulto o poco menos. No lo es sin embargo. Ningún oriundo de Barakaldo -un suponer- se ofendería si alguien le llamase "blanco". Entonces, ¿Por qué pensamos que "negro" es insultante? Pues es fácil; porque seguimos creyendo que "blanco" es mejor. Otra explicación no le encuentro y, con esa premisa de entrada, ya se pueden esforzar desde las altas esferas del Gobierno o de la Oposición a la hora de presentar proyectos de ley o propuestas al respecto. La cosa tiene dificil solución.


El caso es que lo que se dice normas de convivencia, ya tenemos. Y no todas estan necesariamente contempladas en las leyes que nos rigen. Ninguna ley contempla por ejemplo, que la higiene es fundamental, que cuando se guarda cola va primero el uno y luego el dos y así, un etcétera...

Son cosas necesarias para una buena convivencia y sin las cuales no nos sería posible la vida tal y como la concebimos. Muchas de estas "normas de comportamiento adquirido" no han nacido por generación espontánea. Han costado esfuerzo y años a colectivos entre los que La Mujer ha sido siempre punta de lanza. En España hace mucho que nos quitamos el velo. Vamos solas al médico, conducimos vehículos, elegimos a nuestras parejas, tenemos los hijos que queremos tener, estudiamos, fumamos -¡Ay!- y aunque aún no hemos conseguido lo de "a igual trabajo, igual salario" cualquier día de estos se nos logra. Por eso no está servidora dispuesta a que alguna vecina mía, por el hecho de que en su País de origen se la menosprecie y minusvalore en virtud de una "tradición" que no la respeta como ser humano, en el mío se le siga considerando una mierda debajo de un plato. Me niego. Sobre todo porque a muchas mujeres les ha costado aquí sangre sudor y lágrimas, conseguir lo que a ellas se les sigue negando. Leyes o costumbres, que tanto dá, ya existen. Serán mejorables, pero son las nuestras. Las hemos ido haciendo con mucho esfuerzo a lo largo de siglos para tener lo que tenemos. Sería muy de agradecer que, quien tiene la obligación de velar por su cumplimiento, dejara de "cogersela con papel de fumar" y las hiciera cumplir. Aquí, si nos da la gana, llevamos peineta, burka no mire usted . El burka, el velo, la mutilación genital, la represión de todo tipo, se los deja usted en Irán o en Somalía... ¡Tanta tontería ya!

2 comentarios:

Indi dijo...

Esta es una de esas curiosidades socio-evolutivas que no dejan de alucinarme y poner los pelos de punta (dicho sea de paso). Me refiero a lo del "respeto" por determinadas tradiciones y por la supuesta libertad de decisión de las mujeres que se esconden bajo un velo o burka.
Es normal que crean que es su elección propia, es normal que piensen que negar su feminidad, ocultarla a los ojos de los hombres (para no despertar en esos predadores sexuales instintos incontenibles)es normal...es normal porque la alienación, el lavado de cerebro (sea religioso o de cualquier tipo) te hace admitir cosas absurdas como si fuesen fruto de tu voluntad propia.

Que se lo pregunten a las mujeres maltratadas, en condiciones psiquicas no coaccionadas ninguna mujer dormiría con su asesino¡¡¡¡ pero los disculpan, los justifican y les quitan las denuncias...es facil entenderlo, ellas están destruidas, tienen una visión deformada de la realidad fruto del continuo maltrato psicológico y del miedo.

Algunas "tradiciones" se sustentan en los mismos principios. Nadie en su sano juicio consideraría "sano" vivir bajo un trapo. Ellas están manipuladas, crecen aprendiendo que eso es lo "normal" que es lo correcto y además se sienten orgullosas de negar una parte fundamental de su existencia.

La labor es cultural, pero como va para largo, obviamente hay que imponer normas (es aquello de que hay que "salvar a la fuerza")sobre todo por nosotras, las que llevamos melena al viento y nos sentimos amenazadas por esta ola de "comprensión absoluta".

Es fragil (ya se que a la gente le gusta pensar que no, porque es políticamente correcto, pero es que sí) es fragil aún, la tierra que pisamos las mujeres en cuanto a nuestros derechos, hablo de España, no voy más lejos. Mira las cuotas, la paridad y lo duro que es tener un par de huevos usando tampax, tú lo sabes bien, a todas nos toca bregar jamia.

Yo no pienso ceder ni un centímetro de terreno, sobre todo porque la idea de que la mujer es pecado y que su cuerpo (y su pelo...que fuerte lo del pelo¡¡¡) son signos de condenación me parece lo más machista que he oido desde lo de la manzana. Así lo diga Agamenón o su porquero.
En boca de una mujer, suena igual de machista y de discriminatorio, sino peor.

Detrás viene lo otro...las mutilaciones y la condescendencia.
Me uno a ti en la indignación.

Y ya puestos, podríamos recuperar la tradición de los reductores de cabezas, que es muy decorativa, o la de los jugadores de futbol Mayas (o Aztecas, no recuerdo) que le cortaban la cabeza a todos los miembros del equipo perdedor...la liga sería mucho más divertida jajajaja...besos.

vida dijo...

jejejejejeje pues eso,que despues de todo lo ditxo por indi....jejejejeje no que da mas por decir...la lucha no ha acabado aun queda mucho por conseguir a la mujer....si la utopica invencion de la alianza de las civilizaciones permite atajar senderos para mujeres que aun no gozan de ningun derecho,los adquieran,entonces solo entonces creere que existe un camino a la igualdad...
besos